Redacción|El Piñero
La polémica estalló en el Congreso luego de que Cuauhtémoc Blanco respondiera con un beso burlón a los señalamientos de la diputada del PT, Martha Aracely Cruz Jiménez, quien lo confrontó en el pleno acusándolo de violentador.
La legisladora denunció ante la Cámara de Diputados que el gesto del exfutbolista constituye violencia simbólica y sexual, subrayando que lo más grave no fue el acto en sí, sino la manera en que Blanco intentó ridiculizarla y desautorizarla.
“Fui objeto de una forma de violencia simbólica y sexual… Lo grave no es solo el acto en sí, sino la respuesta posterior, que reproduce patrones de revictimización”, señaló Cruz Jiménez.
El comportamiento del exgobernador de Morelos fue ampliamente reprobado en redes sociales, donde organizaciones y mujeres respaldaron la firme reacción de la diputada, destacando que representó la indignación de muchas frente a agresiones normalizadas.
Desde la tribuna, Cruz Jiménez exigió que se reconozca la gravedad de estos hechos y que nunca más se justifique el acoso como broma o costumbre dentro del Congreso, pidiendo evitar que este tipo de conductas se repitan en el pleno y otros espacios.






