Redacción El Piñero
Oaxaca de Juárez, Oax.- La indiferencia gubernamental volvió a manifestarse en Oaxaca, esta vez en forma de protesta, en plena Guelaguetza.
Integrantes de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec protestaron este lunes frente al Palacio de Gobierno para exigir, una vez más, lo que el gobierno de Salomón Jara se ha negado sistemáticamente a ofrecer: diálogo y soluciones reales.
Con mantas consignas , los manifestantes demandaron la instalación inmediata de una mesa de trabajo con autoridades estatales, tras meses —y en algunos casos, años— de espera. En su pliego petitorio figuran solicitudes de apoyos sociales, demandas de justicia, infraestructura comunitaria y atención a víctimas de violencia, entre otros puntos ignorados por la actual administración.
¿De qué sirve presumir un gobierno “del pueblo y para el pueblo” si en la práctica se da la espalda a quienes más necesitan ser escuchados?
El gobernador Salomón Jara, que llegó al poder con la promesa de transformar Oaxaca desde sus raíces, ha optado por una ruta peligrosa: la de normalizar la sordera institucional frente a los reclamos sociales legítimos. Las mesas de diálogo se han convertido en simulacros o, peor aún, en promesas rotas.
Hoy, los pueblos indígenas del Istmo no solo exigen atención: exigen respeto. Y exigen que la voz de quienes habitan las tierras profundas de Oaxaca no siga siendo tratada como ruido de fondo por un gobierno que se dice de izquierda, pero actúa con los tics autoritarios de siempre.