Jaime GUERRERO | EL PIÑERO
“Resistir es la clave”, afirmó Shanni Mora Fajardo, joven zapoteca de 17 años, quien, junto con Rosa Mendoza Sosa de 18 -ambas estudiantes del sexto semestre del Bachillerato Integral Comunitario (BIC) 29- emprendieron una lucha a favor del agua con el que, obtuvieron un premio internacional y hoy están en la lista de las 100 mujeres más poderosas de México.
El proyecto Filtro casero como alternativa en la reutilización del agua entintada en el cultivo de hortalizas, les abrió el escenario académico internacional y mediático. Posteriormente que, se colocaran dentro de la lista de las 100 mujeres más poderosas de México que, divulgó la revista de negocios “Forbes”.
Shanni y Rosa escucharon muchas veces que no podrían lograr su objetivo.
No obstante, el trabajo y la perseverancia las llevaron a demostrar todo lo contrario.
El proyecto que consiste en lograr el saneamiento de las aguas utilizadas para el teñido de lana con la que las y los artesanos de su localidad realizan tapetes en el telar de pedal, las llevó a ser reconocidas dentro del Stockholm Junior Water Prize (Estocolmo, Suecia) en 2024.
Hace una semana, Forbes que destaca a las líderesas, ejecutivas, científicas, atletas, activistas y creadoras que están transformando al país, incluyó a Shanni y Rosa.
“Nos enteramos a través de un WhatsApp que nos compartieron. No sabíamos nada. Cuando abrimos el link fue una gran sorpresa ver que Forbes nos había reconocido dentro de las 100 mujeres mexicanas más poderosas”, relató Rosa.
Para Shanni “este es el verdadero premio del Premio Nacional Juvenil del Agua, además del viaje por Europa. El premio es ser reconocidas como las chicas que se atrevieron y llegaron lejos”.
Debido a que, en más de una ocasión escucharon un “no se puede” por respuesta, lejos de desanimarlas les imprimían más empeño.
“Si alguien les dice que no, pongan más resistencia, esa es la clave: resistir. Hay que soñar en grande, con trabajo todo se cumple.”, afirmó Shanni con el orgullo de cada logro.
Las alumnas del quinto semestre del Bachillerato Integral Comunitario número 29 de Teotitlán del Valle, diseñaron un sistema de filtración de agua —actualmente en etapa de experimentación— que permitirá eliminar residuos químicos utilizados en el teñido de textiles.
El proyecto Filtro casero como alternativa en la reutilización del agua entintada en el cultivo de hortalizas llevó a las jóvenes hablantes de zapoteco a obtener el premio de excelencia Stockholm Junior Water Prize, conocido como el Nobel Juvenil del Agua, a finales de agosto del 2024.
Asesoradas por la profesora Brenda Jarquín Martínez, las alumnas investigaron, diseñaron y pusieron en funcionamiento una serie de filtros que permiten eliminar la tintura del agua que es utilizada para dar color a la lana con la que se fabrican piezas únicas de ornamento.
Para llegar a Estocolmo, Shanni y Rosa primero ganaron un concurso nacional.
Ya en la capital de Suecia, el mayor reto fue el más cotidiano para ellas: construir con lo que se tiene ciencia y tecnología de impacto comunitario.
La competencia fue reñida, pues había participantes de 30 países, y algunos tenían muchos recursos para desarrollar sus tecnologías. Pero, eso no fue un impedimento para que ellas ganaran.
“El premio nos llena de gran orgullo y motivación, porque da más visibilidad a mujeres en la ciencia. Queremos que haya equidad de género y las mujeres podemos ir al frente de esto”, opinó Shanni Mora Fajardo. “No por ser mujeres indígenas, por nuestro color de piel, o por hablar una lengua materna estamos limitadas”.