Jaime GUERRERO
En medio de una creciente tensión por el prolongado conflicto agrario con el municipio de San Miguel Yosondúa, cinco instituciones educativas de la comunidad de Santa María Yolotepec, en la región Mixteca de Oaxaca, suspendieron clases indefinidamente a partir de este martes 4 de noviembre.
La medida, impulsada por el colectivo docente, busca proteger la integridad física y psicológica de niños, niñas y adolescentes ante los riesgos derivados de los recientes enfrentamientos armados.
A través de un comunicado oficial firmado por directores y profesores de los planteles afectados, se enfatizó que la decisión es una respuesta inmediata a la inestabilidad en la zona.
“La prioridad es la seguridad de nuestra niñez y juventud; no podemos exponerlos a un entorno de violencia que amenaza su desarrollo”, se lee en el documento emitido por las instituciones pertenecientes a la zona de supervisión 090 de Santo Domingo Ixcatlán.
Las escuelas que suspenden clases son: Escuela Primaria Bilingüe “Enrique Pestalozzi”; Centro de Educación Inicial Indígena “Enrique Pestalozzi”; Centro de Educación Preescolar “Niños Héroes”; Telebachillerato Comunitario Número 29; y la Escuela Albergue.
La suspensión se mantendrá hasta nuevo aviso, mientras autoridades locales, estatales y federales garanticen la seguridad.
Hasta el momento, se estima que al menos 200 alumnos se ven afectados directamente, sumándose a las interrupciones educativas por disputas territoriales.
Dos fallecidos y decenas de desplazados en las últimas 48 horas
El conflicto, que remonta a disputas por límites territoriales y recursos hídricos iniciadas hace más de una década, ha cobrado un nuevo giro violento en los últimos días.
Un enfrentamiento armado ocurrido el pasado fin de semana en las inmediaciones de la agencia de Río Humo dejó un saldo de dos personas fallecidas –un campesino de Santa María Yolotepec y un elemento de la policía municipal de Yosondúa– y cinco heridos, tres de ellos en estado grave.
Al menos 15 familias –aproximadamente 60 personas, incluyendo menores– han sido desplazadas de sus hogares en Santa María Yolotepec desde el fin de semana, acampando en terrenos baldíos o buscando refugio en comunidades vecinas como Santo Domingo Ixcatlán.
Por su parte, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) informó sobre tres detenciones relacionadas con los hechos: dos presuntos agresores armados de Yosondúa y un líder comunitario de Yolotepec acusado de incitación a la violencia.
Este episodio se suma a una serie de incidentes en 2025 que han marcado el año más letal del conflicto hasta la fecha. Datos de la SSPO indican que, desde enero, se han registrado al menos siete homicidios vinculados a la disputa, junto con más de 50 detenciones y daños a infraestructura por un valor estimado de 2 millones de pesos, incluyendo la quema de vehículos y cercas limítrofes.
Organizaciones como el Centro de Derechos Humanos de la Mixteca (Cedem) han denunciado la presencia de grupos armados irregulares en ambos bandos, exacerbando la inseguridad en una zona ya vulnerable por la pobreza extrema –donde el 78% de la población vive en condiciones de marginación, según el Coneval–.
Las autoridades estatales han reforzado la presencia policial en la región.
Este caso ilustra los conflictos agrarios en Oaxaca, donde más de 300 disputas territoriales afectan a comunidades indígenas, según el Registro Agrario Nacional (RAN).
