El tramo de la autopista 150-D, especialmente en el municipio de Esperanza, Puebla, es considerado por transportistas como uno de los más peligrosos del país debido al creciente número de robos con violencia, algunos con saldo fatal.
De acuerdo con Lauro Rincón Hernández, presidente de la Federación Méxicoamericana de Transportistas AC (FEMATRAC), en este corredor carretero se registran entre tres y cinco asaltos diarios, lo que pone en riesgo tanto el patrimonio como la vida de los operadores.
“El robo de una unidad puede ser un golpe fuerte, pero la pérdida de una vida humana es irreparable. La delincuencia ya no respeta nada, y las familias de los conductores asesinados quedan en completo abandono”, expresó el dirigente.
Una “zona sin ley” en Esperanza
Aunque la FEMATRAC sostiene reuniones mensuales con autoridades estatales y federales, Rincón aseguró que no existe presencia operativa en Esperanza, donde —según denuncias de transportistas— se desmantelan las unidades robadas y se distribuye la mercancía.
“Nos han dicho claramente que a Esperanza no entran, supuestamente para no alterar la tranquilidad del municipio. Pero sabemos que ahí es donde se concentra buena parte de la delincuencia”, acusó.
Otros puntos críticos
Además de Esperanza, transportistas identifican como focos rojos los municipios de Acatzingo, Amozoc, Cañada, Tecamachalco, Tehuacán, Magueyes y El Seco, donde los asaltos a unidades de carga son constantes y en muchos casos con violencia extrema.
La FEMATRAC hizo un llamado urgente a los tres niveles de Gobierno para atender la problemática y reforzar la seguridad en la autopista, que se ha convertido en un corredor de alto riesgo para el transporte de carga.






