➡️El menor asistió con normalidad a clases un día después del crimen; testigos afirman que no mostró señales de remordimiento.
➡️Reaccionó en redes sociales con “likes” y compartidos a notas del asesinato del que hoy es señalado como responsable.
➡️Fue entregado por su madre tras días de presión social y una intensa búsqueda encabezada por la Vicefiscalía Regional.
Por: Carlos Abad | El Piñero Periodismo y Debate
Tuxtepec, Oaxaca.– Miguel Ángel “N”, de 15 años de edad, conocido como “el niño panadero”, fue entregado por su propia madre la tarde de este viernes ante la Vicefiscalía Regional de Justicia en la Cuenca del Papaloapan, luego de ser señalado como el presunto responsable del homicidio de Don Eusebio Zamudio, un adulto mayor de aproximadamente 70 años de edad.
El crimen ocurrió la noche del miércoles en el fraccionamiento Residencial del Sur, donde cámaras de seguridad captaron al menor saliendo del domicilio de la víctima, con la canasta de pan en la cabeza, justo después del presunto homicidio. Esa imagen marcaría el inicio de una intensa búsqueda.
Antes de que los videos del crimen salieran a la luz, Miguel Ángel asistió sin mostrar alteración alguna a su último día de clases en la telesecundaria donde estudiaba. Según maestros, compañeros y padres de familia consultados por El Piñero, el menor no dio señales de nerviosismo y se comportó como si nada hubiera ocurrido.
De forma aún más perturbadora, se descubrió que, desde sus redes sociales, el joven reaccionó con “like”, “me encanta” y “me importa” a publicaciones del medio relacionadas con el crimen. Incluso compartió las notas en sus perfiles, como si disfrutara del revuelo que provocaba su presunta implicación en el asesinato.
Tras varios días de presión social y una ficha de búsqueda emitida por la autoridad ministerial, la familia del menor decidió entregarlo voluntariamente.
De acuerdo con la legislación penal vigente, al tratarse de un menor de edad, Miguel Ángel “N” enfrentará un proceso en el sistema especializado para adolescentes. En caso de ser declarado culpable, sería internado en el Consejo Tutelar para Menores Infractores hasta cumplir la mayoría de edad; después de ello, podría ser trasladado a un reclusorio para cumplir el resto de su condena.
La sociedad tuxtepecana sigue conmocionada por el caso, que expone no solo la fragilidad de los entornos escolares y comunitarios, sino también el creciente nivel de violencia y descomposición social en menores de edad.