Eugenio GONZÁLEZ | El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca. — Han pasado más de cinco décadas desde que un joven idealista, cargado de libros y convicciones, llegó a las comunidades de San Lorenzo y La Esperanza, en el municipio de San Juan Lalana, en la Cuenca del Papaloapan.
Allí sembró semillas de conocimiento, impartió clases y compartió herramientas legales para defender lo más sagrado, la tierra. Hoy, ese joven es Víctor Suárez, Procurador Agrario de México, y ha regresado al mismo suelo que —él mismo confiesa— forjó su lucha y su vida entera por la defensa de las comunidades.
El reencuentro fue emotivo. Los pobladores lo recibieron con honores y lo declararon Ciudadano Distinguido, reconociendo no solo al funcionario federal, sino al hombre que hace más de medio siglo se unió a su historia y a sus causas.
Acompañado de Gabino Vicente Francisco, Jefe de Residencia de la Procuraduría Agraria en Tuxtepec, Suárez agradeció el caluroso recibimiento y aseguró que Lalana sigue siendo tierra de lucha, tierra digna, que hoy merece avanzar con el respaldo del Gobierno Federal y de sus instituciones.
En este marco, se inauguró un Centro de Atención Agraria que busca romper la distancia y ofrecer atención cercana y personalizada a los núcleos agrarios de la Cuenca del Papaloapan, respondiendo a la vieja demanda de ser escuchados y atendidos sin intermediarios ni obstáculos.
Con voz firme, Suárez reiteró que su misión es clara, atender plenamente las añejas y urgentes demandas de los Pueblos Indígenas, hoy priorizados —recordó— por la presidenta Claudia Sheinbaum.
El regreso de Víctor Suárez a Lalana fue el reencuentro de un hombre con su historia y de un pueblo con una esperanza renovada.