Luis Velázquez | Malecón del Paseo
11 de mayo de 2021
EMBARCADERO: Un hombre justo, generoso, solidario, persona buena, Raúl Arias Lovillo, sueña con la presidencia municipal de Xalapa.
En la rectoría de la Universidad Veracruzana, UV, manejó cinco mil millones de pesos y nunca, jamás, jamás, jamás, una mancha, una sospecha, la lupa rastreando pistas, huellas, señales.
En la UV estudió en la facultad de Economía. Y luego fue profesor y director del área y secretario Académico y rector durante 8 años.
Jubilado, cumplida la tarea magisterial, ahora vuelve a sus orígenes cuando desde el salón de clases soñaba, digamos, con el socialismo, y fue uno de “los principales líderes del movimiento democrático en la lucha sindical de la máxima casa de estudios” como describió Édgar Ávila, corresponsal de El Universal en Veracruz.
ROMPEOLAS: La biografía familiar y personal del candidato edilicio del Movimiento Ciudadano, MV, avala su pasado, pasado que es presente y futuro.
Hijo de un camionero, aprendiz de y panadero con su abuelo y monaguillo de corazón, tiempo cuando pasaba la mayor parte del tiempo en la iglesia y hasta soñó con abrazar la carrera del sacerdocio.
Tiempo aquel cuando las grillas estudiantiles tentaban a los alumnos, y entonces, el padre lo metió a trabajar en un taller mecánico para ocuparse y ganar los primeros centavos que ya los había percibido cuando con su abuelo vendía pan de casa en casa.
Su abuelo, Francisco Arias Bautista, le enseñó a hacer bolillos, conchas, orejas, pambazos y luego platicaban, incluso, sentados en la banca del parque más cercano en Coatepec y el abuelo le contaba historias y las escuchaba con devoción al profesor en el salón de clases.
ARRECIFES: Muchas cosas le enseñó el abuelo. Entre otras, la siguiente:
Nunca en la vida ha de tenerse sumisión ante nadie. Respeto siempre. Dignidad toda la vida.
Respeto, dignidad, ejercicio pleno de la libertad, por ejemplo, con Fidel Herrera Beltrán, gobernador, “una relación difícil pero fructífera. Discutíamos. Peleábamos. Pero al final llegábamos a acuerdos, Fidel como gobernador y yo como rector de la UV”.
“Duarte era colérico, exultante y ahora impresentable. Estuvo molesto porque nunca di la oportunidad para que interviniera directamente en la rectoría”.
ESCOLLERAS: En la carrera electoral por la presidencia municipal, Raúl Arias enfrenta, digamos, par de coliseos.
Los dos, Ricardo Ahued (MORENA, PVEM y PT) y David Velasco (PRI, PAN y PRD), exalcaldes. Los dos, empresarios. Los dos, millonarios, quizá uno más que el otro. Ahued, expriista. Velasco, priista.
El par, ligados al poder y tan cerca y hasta el fondo de la olla que han estado.
PLAZOLETA: Arias Lovillo, un candidato ciudadano. Cobijado por el MC. Hijo de la clase media. Hijo de “la cultura del esfuerzo”, panadero, vendedor de pan, mecánico, que fue abriéndose paso en la vida escalando los peldaños de la escalera.
Un candidato extraordinario, fuera de serie, abanderado por un partido político que busca ser.
De hecho y derecho, el flechador de la luna que todos los días dispara a la superficie lunar, consciente de que nunca llegará, pero insistiendo de todos irá más lejos.
