Redaccion | El Piñero
Veracruz.- La madrugada de este miércoles 8 de octubre, Alvarado amaneció convertido en una especie de Venecia tropical, pero sin góndolas ni turistas; sólo calles desbordadas, vecinos navegando con cubetas y el silencio absoluto de la autoridad. La Tormenta Tropical “Jerry” llegó con ímpetu y sin invitación, dejando bajo el agua buena parte del municipio y apagando la luz de miles de hogares que aún esperan, velas en mano, a que regrese la electricidad.
El centro de la ciudad, los alrededores del Palacio Municipal, la bajada hacia La Trocha y la subida a Vista Hermosa se transformaron en auténticos torrentes, donde autos flotaban más por fe que por mecánica. Las colonias Escolleras y Paso Nacional, junto con la localidad de Buen País, quedaron sumidas en la oscuridad desde la madrugada, sin que nadie diera razón ni remedio. Mientras tanto, los grupos de WhatsApp se convirtieron en la única “red de emergencia” real: vecinos reportando, ayudando y hasta bromeando para no perder la calma.
Y claro, como cada temporada de lluvias, las autoridades locales reaparecieron con su frase favorita: “tomen precauciones”. Eso sí, con todo y suspensión de clases cortesía de Protección Civil, que advierte más lluvias para el jueves. Pero de brigadas visibles, drenajes limpios o soluciones de fondo… ni rastro. Alvarado, otra vez, haciendo frente al diluvio con botas de hule y resignación, mientras la burocracia flota —muy cómoda— sobre su propio pantano de indiferencia.