Veracruz.- La tarde del sábado, el bullicio cotidiano en Orizaba se transformó en momentos de tensión cuando un autobús de la Línea Sub Urbano, identificado con el número 21, perdió el control en el Trébol de la autopista, derrapó y terminó derribando una palmera para finalmente quedar en sentido contrario de la vialidad. Los pasajeros, sorprendidos y con evidente susto, lograron descender por su propio pie, mientras acusaban al chófer de circular con exceso de velocidad.
El incidente paralizó la Avenida Oriente 6 en dirección hacia Ixtac, generando un embotellamiento que puso a prueba la paciencia de automovilistas y peatones. Paramédicos de Protección Civil Municipal acudieron al lugar para brindar auxilio, aunque finalmente se confirmó de manera extraoficial que no hubo personas lesionadas. Entre el desorden, el árbol caído quedó atravesado sobre el asfalto, símbolo del riesgo que corren a diario los usuarios del transporte público.
Sin embargo, lo que más indignó fue la tardanza de las autoridades en controlar la situación. Mientras el tráfico colapsaba, la unidad accidentada fue retirada por el propio conductor, sin que trascendiera sanción alguna. Una vez más, la respuesta oficial dejó entrever la falta de rigor para atender y prevenir este tipo de percances que ponen en riesgo la vida de la ciudadanía.