Redacción El Piñero | Corresponsalía
Veracruz.- La noticia cayó como un golpe seco: Veracruz es uno de los epicentros de una red criminal dedicada al robo y comercialización ilícita de hidrocarburo. Entre los detenidos, un Vicealmirante sobrino del Ex-secretario de Marina José Rafael Ojeda Durán, en la administración de Andrés Manuel López Obrador, evidencia que la corrupción puede infiltrarse en los pasillos más respetados de la Armada de México, dejando una gran mancha en esta institución cuya misión supuestamente es defender la soberanía e integridad del territorio nacional.
El caso surge a raíz del decomiso de 10 millones de litros de diésel en una embarcación en el puerto de Tampico el 19 de marzo de 2025. Tras meses de inteligencia, revisiones de gabinete y trabajo de campo, se descubrió que empresarios, marinos y exfuncionarios de aduanas operaban coordinadamente, usando documentación falsa y movimientos financieros desconectados de sus ingresos. La magnitud de estas irregularidades deja entrever cómo la economía mexicana se ve afectada por redes que actúan con audacia y aparente impunidad. En CDMX, Tamaulipas y Nuevo León, se repite el mismo patrón. Los daños al erario del país son por miles de millones de pesos.
Las autoridades aseguran que los detenidos —cinco marinos en activo y un marino en retiro—, tres empresarios y cinco ex-funcionarios de aduanas, se encuentran bajo custodia y que la investigación seguirá con total respeto al debido proceso. Sin embargo, el Fiscal Alejandro Gertz Manero admite que hay prófugos y más órdenes de aprehensión por ejecutar, mientras la sociedad observa con escepticismo. La defensa de la institución naval frente a estos hechos plantea otra reflexión: el actuar de unos pocos no puede empañar a toda una fuerza, pero el desafío de la transparencia y la vigilancia interna permanece latente.