Redacción El Piñero | Corresponsalía
Veracruz.- La carretera estatal de La Ixhuatequilla, en Ixhuatlán del Café, volvió a demostrar que no discrimina entre locales y forasteros, la noche del jueves un automóvil decidió experimentar la verticalidad de un barranco de 50 metros, llevando al conductor, originario del puerto de Veracruz con rumbo a Huatusco, a un improvisado “viaje extremo”. Por fortuna, el hombre salió ileso y pudo narrar su odisea gracias a la intervención de Protección Civil y la Policía Municipal, quienes desplegaron maniobras de rescate con eficiencia y cierta teatralidad heroica.
Mientras el conductor era trasladado a un hospital regional para revisión médica, la escena quedó lista para el desfile de autoridades locales y una grúa, que como en un cuadro cuidadosamente posado, se ocuparon de recuperar el vehículo siniestrado. Entre rezos y miradas atónitas de curiosos, quedó claro que la carretera no perdona a quien se confía demasiado a su suerte.
La ironía es que, a pesar de la fama de este tramo por sus pendientes y curvas traicioneras, las medidas preventivas brillan por su ausencia: ni señalización adecuada, ni controles de tránsito, ni advertencias. En Ixhuatlán del Café, la seguridad vial parece un accesorio opcional, y los barrancos, maestros estrictos de lecciones que muchos aprenden de la manera más dura.