Redacción El Piñero | Corresponsalía
Veracruz.- La tarde de este sábado 20 de septiembre, la carretera hacia el puente de Altecoco, en Mixtla de Altamirano, se convirtió en escenario de un enigma digno de suspenso, una camioneta calcinada apareció completamente consumida por las llamas, y en su interior, restos óseos humanos que desafiaban cualquier intento de identificación. Vecinos y curiosos miraban la escena entre asombro y rumorología, mientras la zona se llenaba de humo y preguntas sin respuesta.
La unidad, con placas YM-5279, quedó reducida a hierro y cenizas, con los huesos como únicos testigos silenciosos. Elementos de la Policía Municipal llegaron para acordonar la escena, pero más que tranquilidad generaron la sensación de que la ley pasaba por allí con prisa y pocas ganas de aclarar el misterio. Los peritos forenses, encargados de levantar los restos, llegaban como protagonistas tardíos de una función que ya tenía a toda la población expectante y a la especulación a todo vapor.
Lo que no hicieron las autoridades fue mucho más visible que su presencia: ninguna explicación, ninguna hipótesis concreta, ningún dato que calmara la curiosidad pública. Mientras tanto, vecinos observaban y comentaban, y la carretera se mantenía como un recordatorio silencioso de que, en la sierra veracruzana, la incertidumbre y el peligro a veces circulan más rápido que los patrulleros. En Mixtla de Altamirano, la ley llegó a escena, pero parece que olvidó traer consigo respuestas.