Redaccion | El Piñero
Veracruz.- La tarde de este viernes 10 de octubre, la carretera federal 180 volvió a cobrar su tributo. A la altura del kilómetro 3, entre San Andrés Tuxtla y Santiago Tuxtla, un hombre de aproximadamente 50 años perdió la vida de manera instantánea tras ser embestido por una grúa con razón social ‘San Martín’. El reloj marcaba poco después de la una de la tarde cuando el infortunio se cruzó en su camino: un vehículo logró esquivarlo, pero el pesado monstruo de acero no. El golpe fue tan brutal que la historia se escribió ahí mismo, sobre el asfalto caliente.
Los testigos, aún incrédulos, dieron aviso a los cuerpos de emergencia. Un paramédico de Protección Civil, fuera de servicio pero no de humanidad, se acercó de inmediato; intentó lo que la vida ya había negado. El cuerpo quedó tendido en medio de la vía, mientras los curiosos multiplicaban hipótesis y los automovilistas esquivaban tanto el tránsito como la tragedia. La escena se volvió rutina: cinta amarilla, murmullos y el eco metálico de una grúa abandonada, con las llaves puestas y sin operador, como si la conciencia también hubiera huido del lugar.
Minutos más tarde, elementos de la Policía Municipal, Estatal, Ministerial y la Guardia Nacional División Caminos tomaron el control del sitio, levantando actas, midiendo distancias y, quizá, calculando responsabilidades. Servicios Periciales y la Fiscalía General del Estado realizaron el levantamiento del cuerpo, trasladándolo al SEMEFO de Catemaco, donde el desconocido pasará de ser “el hombre atropellado” a un expediente más en espera de nombre y justicia.
La grúa fue asegurada, pero el conductor desapareció con la prisa de quien sabe lo que hizo. En la carretera, el sol siguió su curso indiferente, y los automovilistas retomaron la marcha. Porque aquí, en la 180, la muerte tiene preferencia de paso, y el olvido, como siempre, va detrás con las luces apagadas.