Redacción El Piñero
Veracruz.- La tarde de este martes, la carretera federal 180, a la altura del SEMEFO de Catemaco, volvió a cobrar un “pequeño tributo” de rutina, Miguel Sinta, taxista de 68 años, perdió la vida al chocar por alcance contra un camión de volteo cargado de material pétreo. El hombre, que conducía el Tsuru número económico 135 de Sihuapan, no tuvo tiempo ni de asustarse; su final llegó minutos después del impacto, mientras familiares y vecinos presenciaban la escena con impotencia y consternación.
El impacto, ocurrido cerca de las 17:00 horas, evidencia la vulnerabilidad de los conductores en un tramo donde los vehículos pesados circulan como si fueran dueños del pavimento y donde las señalizaciones preventivas brillan por su ausencia. La Guardia Nacional y la Policía Estatal aseguraron el área y la Fiscalía se encargó del traslado del cuerpo y del inicio de las averiguaciones, mientras el tráfico y los curiosos se mezclaban en una escena de fatal cotidianidad.
Lo que no se vio, y que los vecinos no dejan de señalar, es la prevención inexistente, ni reductores de velocidad, ni vigilancia constante, ni alertas claras sobre los riesgos de ese tramo. Una carretera que parece medir la destreza de los conductores y la paciencia de la autoridad, mientras el ciudadano común queda atrapado entre accidentes que, lamentablemente, ya forman parte de la rutina local.