Redacción El Piñero | Corresponsalía
Veracruz. – Lo que comenzó como una rutina de oficina terminó convirtiéndose en un misterio que mantuvo en vilo a toda la ciudad de Boca del Río. José Luis García, coordinador operativo de Pemex, desapareció el 1 de septiembre tras salir de su centro de trabajo rumbo a su domicilio, y hasta hace unos días no se supo de su paradero. La Comisión Estatal de Búsqueda confirmó que lamentablemente fue localizado sin vida, dejando tras de sí más preguntas que respuestas.
Su vehículo fue encontrado en el tramo Paso de Ovejas-Tamarindo, acompañado únicamente de algunas de sus pertenencias. La descripción oficial lo señalaba como un hombre de 1.70 metros, ojos café oscuro, cabello negro entrecano, crespo y corto, con una cicatriz en el brazo derecho. Mientras tanto, la comunidad se debatía entre la incredulidad y la frustración ante la incertidumbre, esperando que las investigaciones arrojaran luz sobre lo ocurrido.
Y como en todo buen drama veracruzano, las autoridades locales pasaron gran parte del tiempo demostrando que la comunicación y la prevención no son precisamente sus prioridades: sin información clara y con escasa coordinación, dejaron a familiares, amigos y vecinos convertidos en detectives improvisados. El hallazgo del funcionario cierra un capítulo, pero abre otro sobre la eficiencia y responsabilidad de quienes deberían proteger y orientar a la ciudadanía en momentos de crisis.