Redacción El Piñero
Veracruz.- En Ixhuatlán del Café, donde las curvas parecen diseñadas por un ingeniero aficionado a las emociones extremas, un automóvil particular decidió probar suerte y terminó dando un vuelo no programado directo a un barranco en el tramo de Ixhuatequilla, sobre la carretera que conecta con la comunidad de Potrerillo.
La escena parecía sacada de una película de acción barata: un coche que pierde el control, un barranco que espera con los brazos abiertos y los cuerpos de auxilio que corren cuesta abajo intentando hacer lo que pueden con cuerdas, cascos y buena voluntad. Mientras tanto, los curiosos se arremolinaban para atestiguar el “show en vivo” que, para desgracia del conductor, no tuvo ni aplausos ni taquilla.
Lo irónico del asunto es que no se trata del primer accidente en esa zona y, sin embargo, las autoridades siguen brillando por su ausencia. Ni señalética clara, ni mantenimiento, ni mucho menos iluminación; parece que esperan que los automovilistas adquieran habilidades de piloto de rally antes de transitar por allí. Pero claro, después vendrán con el clásico comunicado de “extremen precauciones”, como si la culpa siempre fuera de quienes se atreven a manejar en esta montaña rusa disfrazada de carretera federal.