Redacción El Piñero | Corresponsalía
Veracruz.- La calma habitual de Orizaba se quebró la noche del domingo, cuando un comerciante de comida oriental fue sorprendido dentro de su negocio en pleno centro de la ciudad. El ataque, fulminante y sorpresivo, le quitó la vida y dejó un ambiente de consternación entre vecinos y clientes habituales, quienes no daban crédito a lo ocurrido en una zona que suele presumirse tranquila.
El eco de la noticia corrió rápido: un negocio con las luces aún encendidas, patrullas que llegaron después del incidente y curiosos que, entre murmullos, hablaban del comerciante conocido por su trato amable. El hecho encendió las alarmas en el sector empresarial, cuyos dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial y de la Canaco Servytur pidieron reforzar la vigilancia para evitar que la percepción de seguridad se vea vulnerada.
Mientras tanto, la Fiscalía General del Estado se mantiene hermética. Hasta ahora no ha dado a conocer avances en la investigación ni un posible móvil del ataque. Esa falta de claridad, reclaman los empresarios y ciudadanos, se convierte en un vacío que alimenta la incertidumbre y deja sin respuesta la exigencia de un entorno más protegido para quienes viven y trabajan en Orizaba.