Redaccion | El Piñero
Veracruz.- La tranquilidad del Barrio del Naranjo, en el municipio de Papantla, se vino abajo la noche del jueves cuando apareció un personaje que decidió convertir la calle González Ortega en pasarela de su mal gusto, acosando a jovencitas y mostrando conductas indebidas que pusieron los pelos de punta a vecinas y transeúntes. La escena, más digna de una crónica urbana de mal gusto que de un municipio con aspiraciones turísticas, desató llamadas desesperadas al 911.
Eran alrededor de las 10 de la noche cuando el fulano, según testigos, comenzó a seguir a varias jóvenes, provocando temor y tensión en una zona donde apenas hay alumbrado y menos vigilancia. Algunos aseguran que caminaba tambaleante, como bajo el efecto de alguna sustancia, lo que no impidió que las cámaras de seguridad lo retrataran con lujo de detalle, quedando más que fichado para futuras referencias.
Y mientras las mujeres corrían, gritaban y pedían auxilio, la Policía Municipal llegó —como siempre— minutos tarde, desplegando un operativo que terminó en nada, ni rastro del individuo, quien se esfumó con la misma rapidez con la que aparece la justificación oficial de “ya se investiga”. Así, el Barrio del Naranjo amaneció con un nuevo cuento, el del exhibicionista fantasma, otro ejemplo de cómo la seguridad en Papantla se ha vuelto más invisible que el presunto responsable.