Redacción El Piñero | Corresponsalía
Veracruz.- En el siempre soleado y a veces olvidado Tilapan, la justicia decidió asomarse —aunque sea por la rendija— para recordarnos que todavía hay fiscales despiertos entre tanto letargo institucional. La Fiscalía General del Estado anunció con bombo, platillo y boletín de prensa que Sergio “N” fue vinculado a proceso por su presunta participación en el secuestro agravado de dos personas, identificadas como L.I.L.M. y J.V.L.M., ocurrido el pasado 9 de junio de 2024 en la localidad de Tonalixco.
Según el expediente, el señalado —que no precisamente ganará un premio por su astucia— habría solicitado un rescate para liberar a las víctimas, como si la desesperación ajena fuera moneda corriente. Pero su plan se vino abajo y terminó con un pie en la celda, cortesía de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro y la Extorsión, que, por una vez, pareció cumplir con su nombre completo. El Juez, sin espacio para dudas ni discursos, decretó prisión preventiva oficiosa, no sea que al buen Sergio se le ocurra un nuevo “emprendimiento”.
Mientras tanto, en los pasillos de la burocracia veracruzana se escuchan los mismos ecos de siempre: “Estamos reforzando la seguridad”, “se investiga a fondo”, “no quedará impune”… declaraciones que ya se recitan de memoria en los cafés de la región. Porque en esta tragicomedia nacional, la justicia llega tarde, pero siempre bien maquillada para la foto.