Redaccion | El Piñero
Veracruz.- Domingo de penumbras en el corazón jarocho, la Catedral de Veracruz y varios comercios del Centro Histórico amanecieron sin electricidad, como parte de la ya tradicional ruleta rusa de apagones que azotan la ciudad, algunos tan prolongados que alcanzan las 24 horas, cortesía de un sistema eléctrico que se cae más que promesa de campaña.
El vocero de la Diócesis, sacerdote Aurelio Mojica Limón, trató de ponerle buena cara al apagón, aclarando que las misas y hasta los XV años siguen en pie, aunque a ratos parezcan ceremonias medievales a la luz de las velas. Y es que los cortes no son novedad: en apenas una semana hubo hasta cinco, algunos de 12 horas; y para rematar, semanas atrás un transformador quedó frito en plena obra del Centro Histórico, regalando a los vecinos un maratón de horas sin energía.
Mientras tanto, la Comisión Federal de Electricidad parece jugar a las escondidas con la ciudadanía: ni da explicaciones claras ni ofrece soluciones de fondo. Comerciantes y restauranteros ya contabilizan pérdidas, aparatos dañados y calles a oscuras que, además de espantar clientes, sirven de escenario perfecto para la inseguridad. Y así, entre sermones a media luz y restaurantes a medio gas, Veracruz sigue encendiendo veladoras… no por fe, sino por falta de corriente.