Redaccion | El Piñero
Veracruz.- Este lunes, en la Central Camionera de Coatzacoalcos, la familia de Victoria Chang González volvió a levantar la voz contra la indiferencia con la que la empresa Autobuses de Oriente (ADO) se sacude responsabilidades. Han pasado más de seis meses desde que la pasajera perdió la vida en un viaje que nunca debió terminar en desgracia, y hasta la fecha ni la prometida indemnización ni el seguro del viajero han hecho escala en sus manos.
El episodio que truncó la historia ocurrió el 12 de marzo, cuando la unidad 0883 de ADO, proveniente de Xalapa, derrapó y volcó a la altura del kilómetro 31 de la autopista Acayucan–Cosoleacaque. Se habla de exceso de velocidad, de un conductor que perdió el control y de un viaje que se convirtió en ruleta rusa. Victoria, de apenas 40 años, no regresó con vida, y otros cinco pasajeros quedaron con lesiones que recordarán por siempre.
Mientras tanto, las autoridades han jugado a la silla vacía: no obligan, no investigan, no sancionan. La familia clama justicia y el gobierno responde con burocracia, como si la tragedia pudiera archivarse en una carpeta olvidada. En Veracruz, pareciera que la justicia no viaja en ADO… pero sí se pierde igual que el equipaje.