Eugenio GONZÁLEZ
Xalapa, Veracruz. — En apenas un año de administración, la gobernadora Rocío Nahle García logró reducir de manera histórica la deuda pública de Veracruz, que pasó de 119 mil millones de pesos a 62 mil millones, cifra que el estado arrastraba desde 2009.
Durante un adelanto de lo que será su Primer Informe de Gobierno, la mandataria destacó que el avance financiero se logró sin sacrificar obras, servicios ni salarios, gracias a una política de responsabilidad fiscal y gestión directa ante el SAT y el ISSSTE.
“Hoy puedo decir con satisfacción que la deuda con el SAT, que era de 30 mil millones, está en cero; y la del ISSSTE, que superaba los 25 mil millones, la bajamos a 11 mil millones”, informó Nahle.
Explicó que al asumir el cargo recibió dos grandes compromisos financieros: la deuda bancaria, que ascendía a 50 mil millones, y la institucional, de más de 60 mil millones, que incluía pasivos, impuestos retenidos a trabajadores y laudos laborales.
Para resolver el adeudo con el SAT, la gobernadora gestionó con la presidenta Claudia Sheinbaum la incorporación de Veracruz al programa “Deudor Cumplido”, siendo el único estado del país en acogerse al beneficio.
“Desde febrero comenzamos a pagar mes con mes. Fue una oportunidad que no podíamos dejar pasar, porque significa liberar a Veracruz de una carga histórica”, explicó.
En el caso del ISSSTE, Nahle detalló que su administración aprovechó un artículo transitorio impulsado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador en 2024, que permitió cubrir cargos moratorios y reducir el pasivo de forma significativa antes de su vencimiento en diciembre de 2025.
La gobernadora subrayó que, pese al pago de deudas, su gobierno mantiene inversiones en seguridad, salud y bienestar social.
“Pagamos sin dejar de trabajar por la gente: subimos salarios, compramos patrullas, uniformes, ambulancias y fortalecimos los programas sociales y de salud”, dijo.
El Primer Informe de Gobierno ya fue entregado al Congreso del Estado, donde se detallan los avances en finanzas, educación, seguridad, salud y bienestar social, además del saneamiento de las finanzas públicas que coloca a Veracruz como una de las entidades más responsables del país.






