Redaccion | El Piñero
Veracruz.- En el apacible Barrio de Belén, en Alvarado, la rutina de la mañana se transformó en espectáculo de humo y chisporroteo cuando una vivienda fue devorada por el fuego, quedando en pérdida total. Lo único que se salvó fue la noticia de que no hubo lesionados, porque el dueño se encontraba en su trabajo, ajeno a que su casa se convertía en carbón.
Los primeros en llegar fueron los de Protección Civil, que en un acto casi heroico se unieron con los bomberos para echarle agua al infierno doméstico. Con sus unidades 182 y 207 hicieron lo que pudieron: contener el incendio y evitar que las llamas saltaran de vecino en vecino, porque de haber pasado, el barrio entero habría acabado en versión parrillada.
Lo que brilló por su ausencia fueron las autoridades municipales, ésas que se toman la foto en simulacros con casco prestado, pero cuando el fuego es real ni el humo de su presencia se ve. Al final, la casa quedó reducida a cenizas y la familia, a la buena de Dios, esperando que alguien se acuerde de que existen programas de apoyo más allá de los discursos del palacio municipal.