Redacción El Piñero | Corresponsalía
Veracruz.- La autopista 150D volvió a ser escenario de un hallazgo escalofriante, a un costado del kilómetro 252, antes del trébol de Maltrata, apareció una persona envuelta como paquete incómodo, entre bolsas de plástico y cobijas. El aviso no lo dieron cámaras de seguridad ni patrullajes preventivos, sino los mismos automovilistas que, entre el miedo y la incredulidad, tuvieron que marcar al 911 para avisar de la escena.
El sitio, a tiro de piedra de la Fitosanitaria de Balastrera, se convirtió en escenario de la ya clásica movilización: policías estatales con cinta amarilla, ministeriales tomando fotos como turistas forenses y la Fiscalía abriendo otra carpeta de investigación que probablemente se quedará en el archivo junto a las anteriores. La víctima, según versiones oficiales, presentaba signos de una agresión con arma de fuego y fue dejada ahí, como quien tira la basura incómoda a medio camino. Su identidad, por supuesto, sigue siendo un misterio.
Lo que sí no es misterio es la rutina de las autoridades: llegan tarde, colocan cinta, redactan un comunicado y repiten la fórmula. Patrullajes preventivos, cámaras que funcionen o presencia constante en la zona… eso sigue brillando por su ausencia. Pero eso sí, la cinta amarilla nunca falta: ese es el accesorio de moda en la autopista, aunque no sirva para prevenir, solo para adornar tragedias.