Redacción El Piñero | Corresponsalía
Veracruz.- La tranquilidad de San Andrés Tuxtla se vio interrumpida el pasado fin de semana, cuando Martha Patricia Tome Bustamante, de 37 años, se convirtió en víctima de un presunto acto de violencia por parte de su pareja, Melquiades “N”. La noticia se esparció rápido entre vecinos, quienes observaban con incredulidad cómo la rutina diaria se transformaba en una escena de investigación ministerial y móviles judiciales.
Según los primeros reportes, el sujeto, activo en las fuerzas armadas, ejerció violencia contra la víctima, que intentó huir al día siguiente sin lograrlo, resultando en su fallecimiento. Su cuerpo fue localizado en la Calle Mariano Escobedo, entre las Colonias Ranchoapan y Hábitat. La Fiscalía se encargó de recabar evidencia y realizar diligencias que permitieron la detención del presunto responsable, quien fue presentado ante un juez que confirmó la legalidad del arresto.
Sin embargo, el episodio deja un saldo incómodo para la autoridad local, la ausencia de medidas preventivas y la lentitud en la reacción ante señales previas de riesgo exponen una realidad que la comunidad ya conoce demasiado bien. Entre cordones de seguridad y declaraciones oficiales que parecen llegar siempre tarde, los vecinos observan con escepticismo y frustración cómo la protección prometida sigue siendo más un papel que un hecho tangible.