Redacción El Piñero
Veracruz.- La tarde de este miércoles, la Colonia Santa Emilia en Poza Rica vivió una escena que parece sacada de un guión de suspenso barato, la gestoría vehicular Santa Emilia estaba abierta, con una gorra y un celular tirados, y su propietario, Exadir D. V., simplemente… había desaparecido. Vecinos nerviosos marcaron a los números de emergencia, y en cuestión de minutos, un ejército de uniformes—Policía Municipal, Estatal, Marina, Ejército y Guardia Nacional—irrumpió en la calle 5 de Febrero, como si estuvieran en una misión secreta de película, aunque sin mayor resultado.
Los oficiales resguardaron la zona, desplegaron un operativo de búsqueda y, mientras tanto, agentes ministeriales tomaban notas y fotografías, cumpliendo con el protocolo como si la rapidez de la acción dependiera del click de la cámara. La gestoría seguía abierta, el dueño ausente y la comunidad, con los nervios de punta, observando cómo la burocracia se movía más lento que el tráfico en hora pico.
Al final, lo único claro es que las autoridades no lograron localizar al afectado ni esclarecer los hechos, dejando a los vecinos entre la incredulidad y la frustración. En Santa Emilia, la sensación es que la seguridad pública es más un eslogan que una realidad: el río de uniformes pasó por allí, pero el dueño y la calma aún permanecen desaparecidos.