Redacción El Piñero
Veracruz.- La tarde de este jueves 11 de septiembre, la Avenida Benito Juárez, esquina con Hernández y Hernández, se convirtió en escenario de un curioso “acto de desaparición”: un hombre fue privado de su libertad por sujetos armados justo cuando intentaba subir a su camioneta. Testigos miraban, algunos incrédulos, otros resignados, porque para muchos en Tuxpan, este tipo de incidentes ya casi forma parte de la rutina urbana. Hasta ahora, el paradero de la persona sigue siendo desconocido.
Según los vecinos y comerciantes, la acción fue rápida, casi cinematográfica: los agresores actuaron con precisión y desaparecieron antes de que alguien pudiera reaccionar. La población observa cómo los espacios públicos se vuelven cada vez más inseguros, extendiendo la alarma incluso a zonas que antes se consideraban “refugios seguros”. Lo que antes eran calles tranquilas hoy parecen escenarios de ensayo para la improvisada audacia delictiva.
Y mientras tanto, las autoridades cumplieron con su papel habitual: llegaron tras el aviso, levantaron testimonios y se retiraron. Patrullajes preventivos, vigilancia constante o presencia activa… esos elementos siguen siendo más decorativos que funcionales. Comerciantes y vecinos se preguntan si la seguridad pública en Tuxpan es un protocolo reactivo más que una verdadera estrategia, porque la “prevención” parece un invitado que nunca llega a la fiesta.