Redaccion | El Piñero
Veracruz.- En pleno calor jarocho y con los hospitales al tope, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) confirmó un nuevo caso de MPox, mejor conocida como viruela símica, en el Hospital General de Zona No. 71 del Puerto de Veracruz. El paciente —de identidad reservada, pero de diagnóstico preocupante— permanece delicado y bajo estricto aislamiento, mientras las cifras oficiales revelan que ya suman 30 contagios en la entidad, según el más reciente recuento de la Secretaría de Salud federal.
Todo comenzó el 3 de octubre, cuando el hombre acudió al área de Urgencias, presentando síntomas que encendieron las alarmas médicas, fiebre, malestar y esas inconfundibles lesiones cutáneas que no dejan espacio a la duda. Seis días después, el 9 de octubre, el IMSS confirmó lo que ya se sospechaba: la viruela símica había tocado otra vez las puertas del sistema de salud veracruzano. El paciente fue valorado por especialistas en Dermatología e Infectología, quienes determinaron su traslado a una unidad de tercer nivel para recibir tratamiento especializado, dado que su condición se reporta como grave pero estable.
El IMSS Veracruz Norte, por su parte, salió al ruedo con su tradicional comunicado de emergencia, asegurando que “todo está bajo control” y que las medidas de bioseguridad están activas y funcionando —porque, claro, nunca falta el recordatorio institucional de que los protocolos “se siguen al pie de la letra”. La dependencia reiteró que el personal médico y los pacientes están protegidos, y que se mantiene la coordinación con la Secretaría de Salud federal y estatal para “reforzar la vigilancia epidemiológica”, frase que ya suena tan cotidiana como el tráfico del bulevar.
Mientras tanto, los números hablan por sí solos, Veracruz acumula 30 casos confirmados en lo que va del año, todos en hombres atendidos en hospitales públicos. A nivel nacional, el panorama tampoco pinta alentador, 659 contagios registrados, de los cuales 654 corresponden a varones. Y si comparamos con los 121 casos de 2024 —solo 6 de ellos en territorio veracruzano—, el salto epidemiológico parece más un brinco olímpico que una simple estadística.