➡️ Curvas cerradas, neblina frecuente y pendientes pronunciadas que no admiten errores. Y aun así, se han documentado casos donde los operadores conducen a exceso de velocidad, cansados o con poca experiencia
Redacción El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.– Subir a una unidad Urban de Transjuar para cruzar la Sierra Juárez no debería sentirse como un volado con la vida… pero los números hablan por sí solos.
Cuarenta y seis accidentes en apenas cinco años colocan a esta línea de transporte como una de las más recurrentes en percances carreteros entre Valles Centrales y la región de la Cuenca del Papaloapan. No es un rumor ni exageración, son hechos que se repiten y se acumulan.
Cientos de pasajeros han vivido episodios de terror al viajar por una carretera que, por naturaleza, exige pericia; curvas cerradas, neblina frecuente y pendientes pronunciadas que no admiten errores. Y aun así, se han documentado casos donde los operadores conducen a exceso de velocidad, cansados o con poca experiencia, convirtiendo un trayecto rutinario en una ruleta rusa sobre asfalto.
Esta reflexión no busca sembrar miedo, sino despertar conciencia. Antes de elegir subir a una Urban rumbo a la capital, la sierra o la Cuenca, vale la pena recordar que detrás de cada estadística hay historias, hay familias incompletas, lesionados permanentes, vidas que no volvieron del camino.
El accidente más reciente —registrado la mañana de este lunes 29 de diciembre— es prueba dolorosa de que el riesgo es real y continuo. La pregunta es obligada ¿cuántas advertencias más se necesitan para que usuarios, autoridades y la propia empresa tomen medidas serias?
Porque viajar no debería significar encomendarse a la suerte. Y porque esos 46 accidentes no son números, son señales que gritan.






