Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca.- Oaxaca presencia, una vez más, cómo la violencia doméstica se disfraza de rutina judicial. Jorge Fernando Vera Tenorio protagoniza un video que circula con rapidez, golpes, jalones de cabello y patadas a Ludivina, la mujer que se convirtió en el blanco de su furia. Deudor alimentario en varias ocasiones y con conexiones que harían sonrojar a cualquier defensor de la justicia, ahora pretende que la ley se incline ante su poder económico y político.
#GENERALℹ | [VIDEO] #Oaxaca: Colectivos llaman a investigar agr3sión difundida en redes sociales
— El Piñero| Periodismo y Debate (@ELPINERO) September 27, 2025
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El clip no deja lugar a dudas, la víctima quedó indefensa ante un agresor que parece actuar bajo la convicción de ser intocable. Vera Tenorio no es un recién llegado a los titulares polémicos: su historial incluye amparos para evadir responsabilidades, puestos “fantasma” en dependencias públicas y contratos con gobiernos locales mientras cobraba sin justificar. La escena es tan grotesca como el teatro judicial que lo protege, donde la justicia parece más interesada en acomodar a los poderosos que en proteger a las víctimas.
Mientras la sociedad observa incrédula, los jueces y ministerios públicos mantienen un silencio cómplice que huele a corrupción. La liberación de Vera Tenorio sería, en efecto, un mensaje claro: en Oaxaca, quien tiene dinero y contactos puede permitirse infringir la ley y humillar a las víctimas. Las organizaciones feministas advierten que cualquier intento de impunidad no solo afectaría a Ludivina, sino que marcaría un precedente ominoso para todas las mujeres que buscan justicia. Porque si algo está claro en este espectáculo de teatro judicial, es que la justicia no debería venderse al mejor postor, aunque aquí parece que sí se puede.