Connect with us

Vientos rojos huracanados en Veracruz; la hora de la unidad, pero…sucesión 2018 en la puerta

El Piñero

Luis Velázquez

 

PASAMANOS: El año entrante el partido tricolor tendrá en Veracruz vientos huracanados en contra por las siguientes razones, entre otras, según vislumbra el politólogo Ramón Benítez:

 

1) Está convertido en un partido de oposición, con la llave cerrada de la secretaría de Finanzas y Planeación y que fuera su caja chica. La fuerza política transferida a los caciques municipales y regionales. Cada quien llevando “agua a su molino”.

 

2) Los grupos, tribus y hordas están aprendiendo a ser oposición y andan “a tientas y locas”, cada parte mostrando el puño.

 

3) Las elites priistas que hasta el año anterior habían predominado, sobre todo las aglutinadas alrededor del duartazgo, están sumidas y sumisas, temerosas de que la guillotina azul les caiga encima. Y más, con la amenaza de encarcelar, mínimo, a 67 ex funcionarios a quienes la Fiscalía tiene abiertas (y en proceso) denuncias penales.

 

4) Las cúpulas están mirando la tempestad “y no se hincan” riñendo cada una por “llevar agua a su molino”, cuando, y en todo caso, es la hora de la unidad. La unidad que sólo existe en el discurso, “de dientes para fuera”.

 

5) La fama pública del duartazgo, considerado el ex gobernador más corrupto en la historia nacional por el mismito Enrique Ochoa Reza, presidente del CEN, seguirá arrastrando al priismo a la vorágine, de hecho y derecho en el sótano de la cloaca.

 

6) De cara a la elección del candidato a gobernador el año entrante sólo hay dos posibles, figuras centrales, como son los senadores Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa. Y en la hora clave de la unidad, Héctor está desbordado con el mismo discurso de que él será el candidato. Lo más grave es que en caso de que el PRI lo deje fuera de la nominación, pues su derrota 2016 quedó imborrable, se irá a un partido de oposición, digamos, el Movimiento Ciudadano de Dante

 

Delgado Rannauro en alianza con su Alianza Generacional. Quizá el PVEM (vía Fidel Herrera) se le uniría. En tales circunstancias sólo se abona el descarrilamiento.

 

BALAUSTRADAS: 7) El góber fogoso está listo para lanzar a su hijo, el diputado federal, Javier Herrera Borunda, como candidato a gobernador del PVEM el año entrante. Y si es posible, del PRI. Y con su cabildeo sólo fragmentará más, mucho más, al tricolor. Incluso, actuando ya como operador del Partido Verde, el tricolor queda más desamparado que nunca, pues “El tío” es un valor agregado de primera. Y más, con la fama pública de Javier Duarte.

 

8) La trituradora Miguel Ángel Yunes Linares está obsesionado con seguir desmantelando a su ex partido, el tricolor. El hecho de tener en el penal de Pacho Viejo a cinco duartistas, más muchos en la orilla de la guillotina, tiende a tal objetivo político electoral. Es el mismo caso del líder campesino, César del Ángel, y del obrero, Pascual Lagunes Ochoa. Y como el góber azul tiene “el chirrión en la mano”, entonces, el mundo tricolor ha empeorado viviendo y padeciendo la más espantosa pesadilla de su vida partidista.

 

9) La rebatinga es más atroz. El año entrante serán elegidos los diputados locales y federales, los senadores de la república, el presidente de la república y el gobernador de Veracruz. Y el Yunes azul vive empeñado en quedarse con todas las posiciones. Incluso, es lo único que le interesa. El bienestar social de los ocho millones de habitantes (6 de cada 10 en la miseria, la pobreza y la jodidez) le vale. Y por añadidura, también le vale al gabinete legal y ampliado. El priismo, en caída libre, sigue cruzado de brazos sin adivinar el paso siguiente. Lo peor: divididos entre ellos mismos. Enfrentados. Conflictuados. Chocados. Cada parte, tratando de imponer su ley. Lo dice Renato Alarcón, presidente del CDE: cuando son precandidatos los priistas suscriben alianzas. Y cuando uno sale candidato, todos se le van encima. La satrapía en su máxima dimensión.

 

ESCALERAS: 10) En el mes de octubre de este año habrá candidato presidencial. En el mes de noviembre, aprox., iniciará el proceso electoral en Veracruz por la gubernatura y el Congreso. El priismo sigue mirando el árbol y ha olvidado el bosque. Ningún sentido del futuro, cuando el futuro está a la vuelta de la esquina. Es más: es la hora de la unidad. La unidad alrededor de un solo candidato (que ya lo sea desde hoy) al trono imperial y faraónico para integrar a la familia roja que está desperdigada, y sin una brújula, sin un timón. Se unen o el Titanic político y electoral los espera. Sin unidad, quien sea el candidato a la silla embrujada del palacio de Xalapa está perdido y enfrentará una derrota anunciada. Además, con un presidente del CDE que convenza y sume y sume y sume… con su sola presencia. De lo contrario, ya pueden sentarse “a mirar pasar el cadáver del” partido totalmente descuartizado.

Comentarios

Comentarios

Comentarios

Entradas Relacionadas