Redacción| |El Piñero
Veracruz.- En pleno centro de Veracruz, sobre la bulliciosa Avenida Salvador Díaz Mirón, una tarde que prometía ser rutinaria se convirtió en espectáculo de nervios y miradas incrédulas: un grupo de individuos armados irrumpió en una zapatería, logró el dinero de la caja y dejó a una trabajadora con una crisis nerviosa digna de película de suspenso.
Los testigos cuentan que los responsables caminaron de regreso a la calle como si pasearan por el malecón, sin preocuparse por los peatones ni por los autos que apenas alcanzaban a esquivarlos. Mientras tanto, los empleados relataban con mezcla de indignación y sorpresa que todo ocurrió en cuestión de minutos, y que las cámaras de seguridad captaron cada detalle, quizás para hacer más evidente la eficiencia de los ladrones frente a la “eficiencia” oficial.
Y es que, fiel a su estilo, la reacción de las autoridades se limitó a una movilización tardía que no produjo resultados. Las patrullas llegaron, miraron, y se esfumaron igual que los responsables, dejando a los comerciantes y vecinos preguntándose si la seguridad del centro de Veracruz es un concepto aspiracional o simplemente un buen título para boletines oficiales.