• Testigos refieren que minutos antes los policías tomaban cervezas en una cantina.
Carlos Abad | El Piñero
Una humilde familia de la etnia Chinanteca, originaria del Municipio de San Lucas Ojitlán, Oaxaca, clama justicia tras el asesinato del hombre que llevaba el sustento a su hogar, una persona adulta mayor que laboraba en el panteón cavando tumbas; quién fuera asesinado presuntamente por el comandante de la Policía Municipal con la protección de sus elementos.
En el relato de los hechos, se estableció que a las once de la noche de este viernes 12 de marzo, la policía municipal de San Lucas Ojitlán recibió el reporte de una supuesta riña, en un domicilio ubicado en el ejido Los Ángeles; de inmediato acudió al llamado el comandante de la Policía Municipal y otros elementos, quienes instantes antes fueron vistos ingiriendo bebidas alcohólicas en una cantina.
Sin orden judicial, ingresaron al hogar del señor Nicolás Palacios Carlos, a quien un uniformado identificado como el comandante Alfonso A.L. le asestó tres balazos certeros en la cabeza, quitándole la vida.
A decir de Erika Janeth Ignacio López, esposa del Juan Palacios Enríquez, detenido aparentemente como “chivo expiatorio” por el probable homicidio de su padre, aunque él mismo tras las rejas lo niega y reitera la acusación contra el encargado de la seguridad pública en Ojitlán, a quien vio disparar tres veces contra su papá, quien perdió la vida al instante.
Entrevistado por el Piñero Periodismo y Debate, en los separos de la comandancia, Juan Palacios Enríquez declaró:
¿TÚ LO ASESINASTE?
– No.
¿QUIÉN LO MATÓ?
– El comandante de la policía municipal le dió 3 disparos en la cabeza.
¿PORQUÉ TE TIENEN DETENIDO?
– No sé.
Pero fue varias horas después, cuando arribó otra patrulla, para ser exactos a las 3 de la madrugada con 20 minutos, y en el parte informativo, los uniformados para proteger a su jefe describieron un hecho falso “en el lugar se encontró el cuerpo de una persona del sexo masculino sin signos vitales (…) Mismo que fue atacado por arma blanca por su hijo, quién fue detenido y trasladado a los separos de la policía municipal”.
Sin embargo, fue hasta las 7 de la mañana del sábado 13 de marzo, cuando los peritos de la Fiscalía y agentes estatales de investigación arribaron al domicilio para levantar el cuerpo, y durante la mañana tomaron las declaraciones de los involucrados y testigos, mientras policías estatales custodiaron el inmueble ante cualquier situación de riesgo.
No obstante, la sensación de impunidad se percibe en el velorio de Don Nicolás, a quien su familia le colocó tres bandejas de agua para que su cuerpo se hidrate en el camino al descanso eterno; mientras el féretro es sostenido por unos cuantos ladrillos, y con autorización de sus deudos, El Piñero constató las tres heridas de bala que desechan la versión de la policía municipal de Ojitlán, la cual decía de un supuesto ataque con arma blanca, que jamás ocurrió.
Finalmente Erika Yaneth Ignacio López exige a la presidenta municipal Alicia Moreno Pereda que la ayude con los gastos funerarios, también le pide que no defienda a su funcionario por el homicidio del abuelito, y finalmente clama ayuda a la comisión de derechos humanos, por la falta de dinero para pagar la asistencia jurídica.
