Jaime GUERRERO
Cientos de docentes del nivel de Educación Indígena, pertenecientes a la Dirección General de Educación de los Pueblos Originarios de Oaxaca (DGEPOO) de la Sección 22 del SNTE-CNTE, comenzaron esta mañana a instalar un campamento masivo en el Zócalo de la capital oaxaqueña, como parte de un paro de labores de 48 horas que se extenderá hasta el martes 14 de octubre.
La protesta, anunciada con antelación, busca presionar a las autoridades estatales y federales para atender un pliego de demandas pendientes desde hace años.
Desde las 6:00 horas, los maestros procedentes de las regiones de Valles Centrales, Sierra, Tuxtepec, Cañada, Costa, Istmo y Mixteca han llegado al centro histórico con mantas, casas de campaña y equipo para pernoctar.
Acompañados por comerciantes ambulantes que aprovechan el flujo de manifestantes, los docentes han ocupado el Zócalo y calles aledañas, como la avenida Independencia y el crucero de Cinco de Mayo, generando cierres viales intermitentes.
El servicio médico y la mesa central de coordinación se instalaron en el kiosco de la plaza, mientras que delegados de cada jefatura rotan en guardias para mantener el orden.
A las 9:00 horas de este lunes, está programada una marcha masiva que partirá del Monumento a Juárez (salida a Guelatao) hacia el Zócalo, con consignas como “¡Reconocimiento a la DGEPOO!” y “¡Educación indígena no se vende, se defiende!”.
Durante las dos jornadas, se prevén bloqueos en puntos estratégicos de la ciudad y zonas conurbadas para exigir la instalación inmediata de una mesa de diálogo con el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y la Secretaría de Educación Pública federal (SEP).
Demandas centrales
El núcleo de la movilización radica en el reconocimiento oficial de la DGEPOO como instancia autónoma para la administración pedagógica y administrativa del nivel indígena, así como la destitución inmediata de la titular de la Unidad de Educación Indígena, a quien acusan de obstruir el avance de sus propuestas.
Otras exigencias incluyen la reasignación de claves presupuestales adicionales para plazas docentes, la solución integral a demandas administrativas pendientes —como basificaciones y ascensos— y la entrega urgente de equipamiento tecnológico y mobiliario para jefaturas y supervisiones en comunidades indígenas.
Esta acción revive protestas similares de años anteriores, como las de febrero de 2025, cuando los mismos docentes bloquearon calles para demandar uniformes y útiles escolares, o las de enero, con tomas al Palacio de Gobierno por mejoras laborales.
La CNTE oaxaqueña ha advertido que, de no obtener respuestas concretas, escalará a un plantón indefinido, evocando las movilizaciones históricas que paralizaron el estado en 2016.