Jaime GUERRERO
La Sección 22 del SNTE-CNTE consumará un paro de labores de 48 horas para los días 13 y 14 de noviembre, afectando a más de 800 mil estudiantes de educación básica en el estado, quienes nuevamente se quedarán sin clases.
La movilización, respaldada por los acuerdos de la Asamblea Nacional Representativa (ANR) del 25 de octubre y la Asamblea Estatal del 8 de noviembre, busca exigir la reinstalación de mesas de negociación con el gobierno federal para la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y la Reforma Educativa Peña-AMLO, así como la atención a demandas laborales de la CNTE.
El Comité Ejecutivo de la Sección XXII, liderado por Yenny Aracely Pérez Martínez, y la representante regional de los Valles Centrales, María Zárate Martínez, llamaron a una participación masiva de sus agremiados en la movilización estatal y nacional.
Las protestas incluirán la instalación de campamentos y acciones en puntos estratégicos de Oaxaca, con bloqueos y concentraciones en lugares clave entre ellos, el sector Ciudad en: Plaza Oaxaca
El sector Periferia: Caseta de Huitzo (campamento); Estatales: Plaza Oaxaca; Etla: Sams; Miahuatlán: Walmart; Ocotlán: Barranca Larga (13 de noviembre), Office Depot/The Home Depot (14 de noviembre); Zimatlán: Plaza del Valle; y el sector Tlacolula: Pemex.
Daños a los alumnos y escuelas abandonadas
El paro magisterial, que se suma a una serie de interrupciones en el ciclo escolar, profundiza el rezago educativo de miles de estudiantes oaxaqueños.
Más de 800 mil alumnos de escuelas públicas se verán afectados, perdiendo dos días de clases en un contexto donde muchas comunidades ya enfrentan carencias educativas.
En Oaxaca, según datos del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) para el ciclo escolar 2025-2026 el número de escuelas de educación básica pública en Preescolar es de 4,848 escuelas.
En Primaria: 5,848 escuelas (incluyendo generales, indígenas y centros de integración social). Mientras que en Secundaria: 2,199 escuelas (incluyendo generales, técnicas, telesecundarias y comunitarias).
El total aproximado de escuelas de educación básica pública es de más de 11,000.
Respecto a los alumnos a cargo de la Sección 22 de la CNTE (que administra la mayoría de las escuelas públicas de educación básica en el estado), la matrícula afectada por sus acciones (como paros) supera los 866,000 estudiantes en niveles básicos, según reportes sindicales y oficiales del IEEPO/SEP.
Pese a los daños, la Sección XXII exhortó a sus agremiados a participar con “responsabilidad y puntualidad” en el paro, argumentando que estas acciones fortalecen el movimiento magisterial oaxaqueño.
Sin embargo, la medida ha generado críticas entre sectores de la sociedad.
Las comunidades indígenas y de alta marginación son las más afectadas por el rezago educativo provocado por los paros.
En regiones como la Sierra Norte, la Mixteca y la Costa, donde el acceso a la educación ya es limitado por la pobreza y la dispersión geográfica, las interrupciones en el ciclo escolar tienen un impacto desproporcionado.
Los estudiantes de estas zonas enfrentan mayores dificultades para recuperar los contenidos perdidos, y muchos carecen de acceso a herramientas digitales que permitan un aprendizaje alternativo.
El rezago educativo acumulado por los paros magisteriales tiene consecuencias a largo plazo, incluyendo mayores tasas de deserción escolar, menor preparación para niveles educativos superiores y dificultades para insertarse en el mercado laboral.






