Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca.- Con 80 denuncias ciudadanas encima y la selva baja caducifolia hecha pedazos en 22 mil 797 metros cuadrados, la Profepa decidió aparecer en escena y ponerle un alto a lo que parecía una construcción de cuartel más secreta que legal en Punta Colorada, municipio de San Pedro Mixtepec, región Costa.
En el terreno, lo que había era ruido de maquinaria y huellas de trabajos para levantar un Cuartel Regional de la Policía Estatal. Lo que no había, curiosamente, era el documento básico, la autorización de Impacto Ambiental que otorga la Semarnat para mover vegetación y hacer obra en predios forestales. Una formalidad menor, dirían algunos, pero que la ley llama requisito indispensable.
La respuesta de la Profepa fue de manual, colocó sellos de clausura total temporal, abrió un procedimiento administrativo y advirtió que la obra se queda congelada hasta que alguien muestre los papeles que nunca aparecieron. Eso sí, prometieron “dar seguimiento puntual”, como si los vecinos no supieran que la vigilancia suele llegar tarde, cuando el daño ya está hecho y la burocracia apenas comienza a desempolvar su libreta de actas.