Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca.- La mañana transcurría con calma en el restaurante La Sirena, en Juchitán, municipio de la región del Istmo, cuando los murmullos de los comensales se mezclaron con la presencia del presidente municipal, Miguel Sánchez Altamirano (Miguel Quetu), quien se acercó a las mesas de manera directa y comenzó a expresar comentarios que fueron percibidos como intimidatorios por un ciudadano presente.
La denuncia fue publicada en Facebook por el ciudadano Miguel Alejandro, y según relatos de la víctima y testigos, el edil hizo referencias explícitas sobre su integridad y seguridad personal, mencionando frases que generaron alarma entre los comensales. En un momento, se sentó frente a la víctima, repitiendo las advertencias y evidenciando un claro conflicto derivado de diferencias políticas con Norman Eddie A.C., considerado adversario político por el presidente municipal.
La situación dejó en evidencia la ausencia de intervención inmediata de las autoridades locales, mientras los presentes observaban con incertidumbre y temor. La víctima también denunció que los medios de comunicación locales no acudieron a cubrir el hecho, presuntamente por vínculos con el municipio, y solicitó a las instancias estatales y federales que garanticen su seguridad y la de su familia, recordando que la política debería ser un espacio de propuestas y respeto, no de amenazas y hostigamiento.