Redacción | El Piñero
Veracruz.- En pleno sol de martes, los ganaderos del sur de Veracruz dejaron los corrales para plantarse en la estación fitosanitaria sobre la carretera Coatzacoalcos–Villahermosa, donde entre consignas y reclamos expusieron lo que ya es un secreto a voces, el gusano barrenador no sólo devora al ganado, también se está comiendo sus bolsillos, con pérdidas que ellos calculan en miles de pesos y con la salud animal pendiendo de un hilo.
Los productores, cansados de esperar soluciones que nunca llegan, pidieron la liberación de moscas estériles, un método probado que podría frenar la plaga. De paso, denunciaron que el servicio en la estación fitosanitaria es tan lento que las reses pasan más tiempo varadas que en el pastizal, con casos donde el estrés y la espera terminan en la muerte de los animales, tragedia que nadie parece contabilizar en las oficinas con aire acondicionado.
Del otro lado de la historia, las autoridades estatales aseguraron que ya “trabajan en coordinación con la federación” para reforzar los programas de control sanitario, frase que suena más a disco rayado que a plan de acción. Mientras tanto, los ganaderos advierten que, si no hay respuesta real, bloquearán la carretera, porque —como ellos mismos dicen— más vale cerrar caminos que seguir abriendo hoyos en la economía rural.