Redacción | El Piñero
Veracruz.- La carretera Transístmica volvió a cobrar protagonismo —y no precisamente por su mantenimiento—, luego de que un joven motociclista perdiera la vida tras ser presuntamente impactado por un autobús de pasajeros, en el tramo conocido como El Tomito, cerca de la desviación hacia Oteapan. Este jueves por la noche, de esas en que el asfalto parece tener prisa y los vehículos, fe ciega en la suerte.
El golpe fue tan fuerte que el conductor terminó tendido sobre la cinta asfáltica, mientras los testigos, entre el susto y la impotencia, hacían lo que podían, marcar a los números de emergencia con la esperanza de que alguien contestara a tiempo. Cuando finalmente llegaron los paramédicos, solo pudieron confirmar lo evidente. El joven, de entre 25 y 30 años, yacía inmóvil, sin que nadie pudiera ofrecer siquiera su nombre.
Mientras tanto, el caos vial hacía de las suyas y las luces rojas se confundían con la impaciencia de los conductores. La autoridad, fiel a su costumbre, apareció tarde, como si el tráfico los hubiera sorprendido igual que a todos. Elementos policiacos y peritos arribaron con parsimonia burocrática, para cumplir el protocolo y llenar papeles que mañana serán polvo en un archivero. La Transístmica sigue siendo esa vieja ruta de siempre: peligrosa, olvidada y, por desgracia, cada vez más mortal.