Redacción El Piñero | Corresponsalía
Veracruz.- Lo que debía ser un trayecto rutinario rumbo a la Ciudad de México terminó convirtiéndose en una carrera contra el tiempo para una madre veracruzana. El incidente comenzó en la terminal del Bulevard Xalapa-Banderilla, cuando la mujer descendió del autobús de la empresa “Japi” junto a su hija para utilizar los sanitarios. En esos breves minutos, el vehículo partió con rumbo a la capital… y con su hijo menor aún sentado en uno de los asientos.
La desesperación la llevó a abordar un taxi para alcanzar al autobús en plena vía. Lo logró, pero se encontró con una respuesta inesperada: el conductor, amparado en los protocolos de la empresa, se negó a abrir la puerta o permitir que el niño bajara. La escena se desarrolló ante la mirada de pasajeros sorprendidos y conductores que reducían la velocidad para observar el inusual intercambio.
Minutos después, y tras la intervención de personal de la compañía “Japi”, madre e hijos pudieron reunirse y continuar el viaje. No hubo sanciones ni medidas anunciadas por las autoridades, pero el episodio dejó al descubierto un vacío en los protocolos de transporte que, según voces locales, merece atención antes de que una confusión así termine en tragedia.