México.- El caso de la niña Fátima refleja la grave violencia feminicida que se vive en el país, fue violada, torturada y asesinada en el Estado de México, a cinco años del terrible hecho no existe justicia y uno de los agresores por ser menor de edad pronto saldrá libre.
Fátima era una niña que regresaba de su escuela, en el camino fue interceptada por tres de sus vecinos, en menos de una hora Fatima fue torturada, le cortaron la cara varias veces una de las heridas fue de 10 centímetros en la mejilla, le cortaron el cuello, le fracturaron la clavícula, los tobillos, las muñecas, le abrieron las entrepiernas 10 centímetros cada una, le hicieron una herida de 30 centímetros en el pecho, la apuñalaron 90 veces, le sacaron un ojo, le tiraron todos los dientes, la violaron tumultuariamente vaginal y analmente, todo esto mientras ella estaba viva, para matarla le tiraron tres piedras en su cabeza, una de 36 kilos y dos de 32. ¡Era una niña! Esto sucedió en Lerma Estado de México.
Ya pasaron cinco años sin justicia, este año 2020 liberan a Misael, el menor de estos asesinos, porque cuando participó en esta atrocidad era menor de edad, le dieron 5 años de sentencia en el tutelar “Quinta del Bosque”, en Zinacantepec, de los cuales sólo cumplió tres, pues estuvo dos años prófugo, aún así ante la ley ya cumplió su sentencia.
Tatis tú mamá te encontró ahí enterrada, con tu pequeño cuerpo destrozado, aún así la señora impidió que el pueblo lincharan a estos asesinos y decidió entregarlos a la policía.
Por su parte, José Juan “N” (no pongo sus apellidos pues la ley marca que debemos respetar su presunción de inocencia) sigue en espera de juicio oral, luego de las controversias surgidas durante el primer proceso, ya hace cinco años, y existe la posibilidad de que sea absuelto.Su hermano, Luis Ángel Atayde Reyes, fue sentenciado a 72 años con 8 meses de prisión.
La Juez de control Janeth Patiño García decretó que este brutal crimen no había sido un feminicidio (aunque posteriormente la señora Lorena y su esposo lograron que este crimen se tipificara correctamente). Esta misma juez desestimo a todos los testigos y pruebas en contra de “El Pelón”, aunque curiosamente las mismas pruebas y testigos fueron admitidas por ella para juzgar al mayor de los hermanos Atayde, y en cambio admitió un par de falsos testimonios aportados por la escuela particular “Sierra Nevada”, donde el director y el conserje de dicha institución afirmaban que “El Pelón” era jardinero de dicha escuela, y ese día supuestamente había laborado en el horario en que ocurrieron los hechos, para lo cual presentaron un video de mala calidad donde se ve un individuo agachado, que ellos juran es “El Pelón”. Dicho video también fue admitido por la juez como evidencia a favor de la defensa de este individuo.
Es importante mencionar que en 2013 la misma juez había liberado a Oscar Osnaya Cruz, quien fungía en ese momento como Director de Servicios Públicos del municipio de Nicolás Romero, acusado y apresado por haber violado a una niña de once años. Otra cosa que es importante mencionar es que se ha hecho del dominio público que presuntamente la familia de José Juan , alias “El Pelón”, se dedica al narcomenudeo, su abuelo fue militar, y que tiene parientes que son judiciales federales y del Estado de México, mientras que su papá es policía municipal de Naucalpan. Este último, en presencia de la juez Janeth Patiño, amenazó a la señora Lorena durante una de las audiencias, gritándole: “Maldita perra, ya firmaste tu sentencia de muerte”.
En septiembre de 2015, luego de una serie de llamadas con amenaza de muerte, y acoso en escuelas y trabajos de varios familiares, la casa de la señora Lorena fue baleada. Esto provocó que ella y su familia fueran desplazados constantemente por varios puntos del estado y la república. Esto parecía al principio una medida preventiva para garantizar su seguridad, pero posteriormente se dieron cuenta de que el objetivo era intimidarlos y hacerlos desistir del caso. Desde entonces no tienen un hogar fijo, les es difícil conseguir empleo (al ser desplazados no pueden tener INE), y constantemente viven con miedo, pero ni así han desistido.
Esta nueva audiencia tuvo dos propósitos: Presentar nuevas pruebas en contra de “El Pelón”, y presentar a Rodolfo Domínguez Márquez, un respetado activista representante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, como asesor técnico. Ambas propuestas fueron aceptadas por el juez. En días próximos habrá otra audiencia que tiene como objetivo definir a los peritos que habrán de analizar la nueva evidencia, que servirá para re abrir juicio.
Información obtenida de los escritos de Miklo Rivera:
Mientras la audiencia avanzaba, dediqué tiempo a observar al imputado, que se encontraba a solo un par de metros de mi. A título personal, su lenguaje corporal me parecía ensayado y sobre actuado. Todo el tiempo se mantuvo con la cabeza baja, con los hombros caídos, y en actitud de víctima. Las pocas veces que habló lo hizo con un tono de voz sumamente bajo y cordial. A muchos podría parecerle un tipo normal, incapaz de cometer semejante atrocidad, y cuando alguno de ellos cae sin lugar a dudas, como sucedió hace unas semanas en Ecatepec con Juan Carlos “N”, le llaman “monstruo”, pero esto es un error: Son individuos sanos, cuya educación gira entorno a la violencia, la impunidad, y su propia satisfacción, a como dé lugar, la cual es fomentada y premiada por su propia familia, y esto es algo que pude atestiguar de primera mano.
Al salir de los juzgados, y luego de saludar a un abogado, amigo de mucho tiempo, y de tomar unas cuantas fotos a la señora Lorena, su esposo, sus abogados y escoltas, y a Rodolfo Domínguez, esperé a que toda la comitiva se fuera, entonces regresé por mi moto, la cual había dejado a un costado de la escalinata principal. Ahí estaban algunas mujeres de la familia de “El Pelón” (lo cual es curioso, ya que en las otras audiencias y durante el juicio siempre estuvo acompañado de una comitiva numerosa, principalmente compuesta por hombres).
Mientras programaba la música que iría escuchando de regreso, y me ponía guantes y casco, no dejaron de tirar indirectas donde ofendían a la señora Lorena, pretendían poner en duda la integridad de la pequeña Fátima, y de paso me llamaban “pendejo” por no investigarlas a ellas, en vez de a “El Pelón”. Cuando estuve listo, y encendí mi moto para partir, me obstruyeron el paso. Les pedí permiso por favor y algunas me ignoraron, mientras una de ellas me miraba con desprecio. Dejé presionado el claxon hasta que unos policías acudieron. Al preguntarme que sucedía, les pidieron que despejaran el paso para dejarme ir. Mientras avanzaba una de ellas me escupió. Mientras manejaba de salida pensaba en que tanta responsabilidad de lo sucedido tenía la familia de este individuo, no solo por protegerlo de forma tan violenta, sino al haberlo educado.
Mi pensamiento volvió a Fátima, a la señora Lorena y su familia, y a lo ocurrido aquel funesto 5 de febrero. Debo reconocer que, mientras lo hacía, lagrimas rodaron por mis mejillas. Es imposible no sentirse afectado por el horrible tormento que esta pequeña sufrió en sus últimos momentos de vida, y el sufrimiento que su familia vive cada día y cada momento de sus vidas. Desde que todo esto comenzó para mí, varias veces he sentido ese sufrimiento, la rabia, y la impotencia, rodar por mis mejillas. Justo ahora, al terminar de escribir esto, experimento uno de esos momentos.
¿Qué busca la señora Lorena? No hay dinero que le restituya su perdida, y aquí el ego no importa en absoluto. Aquí lo único que importa, y por lo que se lucha, es por la verdad y la justicia. No sé qué haya del otro lado de esta vida, pero con todo mi corazón deseo que la pequeña Fátima este descansando en paz en un lugar mucho mejor que este. Aquí, donde se sufre, se sobrevive, y se pelea, deseo de igual forma que la señora Lorena y su familia encuentren paz, y se les haga justicia.
Fátima Varinia Quintana Gutiérrez
4-junio-2002 / 5-febrero-2015
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Anónimo
