Por: Eugenio GONZÁLEZ| El Piñero
Oaxaca, México.- El nueve de septiembre del presente año, Miguel Lucas Jacobo, diputado suplente electo del distrito 01, perdió la vida de un paro cardíaco. Por tal motivo y luego de la detención de Gustavo Díaz Sánchez, diputado local electo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) podría quedarse sin diputación en la LXV Legislatura.
Este domingo –07 de septiembre- inició el registro de los diputados locales electos ante el Congreso del Estado. Al lugar acudió la mayoría de quienes fueron favorecidos por el voto popular para ser sus representantes desde el Palacio Legislativo de San Raymundo Jalpan.
Pero en el caso de Gustavo Díaz Sánchez, diputado local electo por el distrito 01 con cabecera distrital en Acatlán de Pérez Figueroa, han saltado a la opinión diversas especulaciones, en virtud a su detención en el estado de Veracruz.
Aunque todavía tiene siete días para acreditarse como diputado ante la LXV Legislatura, hay inquietudes que ven perdida esa posición, pues su estatus legal -detenido por la justicia veracruzana por delitos no clarificados– lo ausentan y el diputado local suplente electo, Miguel Lucas Jacobo, murió hace dos meses por complicaciones de salud.
Aunque el grupo parlamentario del PRI ha solicitado al Gobierno de Veracruz que precise las imputaciones de los delitos por los cuales Gustavo Díaz
, presuntamente, está detenido, hasta el momento no se ha vertido mayor información.
El gobernador del estado de Veracruz, Cuitláhuac García, en conferencia de prensa, no clarificó los delitos que, presuntamente, le imputan al legislador electo y tampoco quiso confirmar si fue detenido con arma de fuego de uso exclusivo del Ejército como, en su momento, lo informó, vía Twitter, el periodista Ciro Gómez Leyva.
Frente a ese vacío que existe, hay suposiciones que, revisando la Ley, se podrán aclarar, esto respecto a la condición, primero, de la detención del diputado y, segundo, su posición en la próxima Legislatura, pues hay quienes avizoran que el espacio legislativo podría perderlo el PRI. En este caso, precisa una fuente legislativa, el Congreso del Estado deberá hacer tres llamados al diputado local electo o suplente, y al no existir respuesta en un tiempo máximo de diez iniciando la próxima Legislatura, el lugar podría declarase desierto y convocar a nuevas elecciones.