Redacción El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca.- Para Esther Pitalúa de Reyes, presidenta del DIF municipal, su esposo, Felipe Reyes Álvarez, fue un hombre que trabajó hasta el último día de su vida a pesar de la enfermedad que enfrentaba.
Frente a la concurrencia que la acompañó para despedir a quien logró ser tres veces alcalde de la ciudad piñera, agradeció el amor que le demostraron a su esposo, reflexionando que él se lo ganó a pulso, pues –dijo– fue un hombre que dedicó su tiempo completo a servir a la gente, “a veces haciendo un lado a su propia familia”, sin embargo, agregó que ellos lo entendieron y de él aprendieron que servir con amor es lo mejor que se puede hacer.
Compartió que durante los años que estuvo mal trataron estar cerca de él y darle todo lo que le hacía falta, añadió que fue un hombre de mucho orgullo que no permitió que lo vieran caer, detallando que había momentos que pasaba junto al pueblo y la gente no percibía que estaba mal porque siempre sacó la casta.
Sin embargo –reveló– cuando estaban en la intimidad de su casa, ellos sabían que sus fuerzas se estaban terminando pero él no lo quería entender, que eso estaba pasando, él quería seguir, él quería cumplir con todos ustedes, y creo que de alguna manera lo hizo en todos estos años.
Terminó agradeciendo a la gente que acudió al homenaje, a sus regidores, a los que colaboran y colaboraron antes con él.
Indicó que durante el tránsito de la pena por la partida de su esposo, ha encontrado a muchas gente que veía al ingeniero como un maestro, añadiendo que tal vez fue exigente, pero recordando que parte de la filosofía de vida de Felipe Reyes era que fuera lo que hicieras lo tenías que hacer bien.